Gran Bretaña convirtió en secreto Gibraltar en una importante base de espionaje de la OTAN

Un informe militar británico anteriormente secreto revela que el "principal valor" de Gibraltar para el Reino Unido durante la Guerra Fría fue su papel como puesto militar y de inteligencia encubierto de la OTAN, que mantuvo oculto a España.

22 junio 2023

Gibraltar airport runway in 1972, the year the secret UK military document was prepared. (Photo: Rust via Getty)

  • La OTAN pagó la construcción de una instalación secreta de espionaje dentro del Peñón de Gibraltar
  • La OTAN gestionó un cuartel general marítimo secreto subterráneo en Gibraltar y propuso la instalación de un sistema de espionaje submarino en el Estrecho de Gibraltar 
  • Gibraltar proporcionó a la OTAN una «posición ideal para la vigilancia» de los movimientos navales soviéticos
  • Gran Bretaña sabía que España creía que las operaciones de la OTAN en Gibraltar eran una «amenaza potencial para la seguridad española»

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El Reino Unido utilizó en secreto su territorio de ultramar de Gibraltar como base de espionaje de la OTAN durante la Guerra Fría, según se ha revelado.

Las revelaciones proceden de un informe secreto elaborado por el Ministerio de Defensa (MoD) en 1972. 

Muestra cómo la OTAN pagó por una instalación de espionaje dentro del Peñón de Gibraltar y operó un cuartel general marítimo submarino secreto en los mares que rodean el territorio.

La nueva información podría aumentar las tensiones con España, ya que no está claro si estos activos siguen existiendo. España reclama desde hace tiempo Gibraltar e intenta restringir su uso como base militar y de inteligencia. 

El informe del Ministerio de Defensa se titulaba «La importancia estratégica de Gibraltar para el Reino Unido» y fue presentado a Peter Carrington, Secretario de Defensa del gobierno de Edward Heath.

Carrington sería secretario general de la OTAN entre 1984 y 1988.

El uso de Gibraltar como base de espionaje de la OTAN se mantuvo en secreto para España, gobernada durante décadas por el dictador general Franco, porque los británicos sabían que sería un tema controvertido. El informe señalaba: «España se opone al estatus de Gibraltar como ‘base extranjera en territorio español’ y considera su uso por la OTAN como una amenaza potencial para la seguridad española».

España no entró en la OTAN hasta 1982, tras la muerte de Franco en 1975 y el surgimiento de la democracia. El régimen de Madrid había «intentado regularmente, con cierto éxito, disuadir a otras naciones de la OTAN de hacer uso de Gibraltar», añadía el informe británico.

Es probable que el régimen de Franco no tuviera ningún conocimiento de la expansión de la OTAN en el territorio británico de ultramar durante ese periodo.

La vigilancia de la OTAN

El informe señalaba que la OTAN mantenía en Gibraltar un «Cuartel General Marítimo subterráneo» secreto, que podía ser «activado, cuando fuera necesario, para operaciones y ejercicios». 

Se utilizaba para dar servicio al comandante naval de la OTAN en la región, que era responsable de todas las operaciones marítimas con fuerzas de la Alianza.

«Sus tareas consisten, en términos generales, en llevar a cabo la vigilancia, dirigir una ofensiva antisubmarina en el Estrecho de Gibraltar y controlar y proteger la navegación aliada refugiada en los puertos» de la zona, señalaba el informe. 

Y continuaba: «También está encargado de una serie de tareas comunes a todos los comandantes navales de la OTAN en el Mediterráneo, por ejemplo la destrucción de la navegación enemiga».

El informe señalaba además que existen «propuestas actuales de la OTAN para la instalación de un sistema de vigilancia submarina en el Estrecho de Gibraltar». Se desconoce si se han llevado a cabo. 

El informe también señalaba que un Centro Conjunto de Comunicaciones atendido por personal de la Marina Real británica «se construyó en el Peñon en 1963 con fondos de infraestructura de la OTAN». 

Las instalaciones de comunicaciones de Gibraltar para los mandos de la OTAN incluían circuitos de radio de alta frecuencia con el Reino Unido, Malta, Roma y Lisboa. También se pusieron a disposición circuitos de radio tácticos para las operaciones marítimas de la OTAN en el Atlántico oriental y el Mediterráneo occidental.

La OTAN también había aprobado «en principio» la instalación de un sistema de dispersión troposférica -un método de comunicación con señales de radio de microondas a grandes distancias- para mejorar las comunicaciones entre la estructura de mando de la OTAN en Gibraltar y Portugal. 

«Además, la OTAN tiene planes provisionales para instalar una estación de comunicaciones por satélite en Gibraltar en 1975/76», señalaba el informe. 

An excerpt from the 1972 UK military report. (UK National Archives)

La importancia para el Reino Unido

El informe concluía: «El principal valor de Gibraltar para el Reino Unido se encuentra en el contexto del apoyo británico a la OTAN».

A continuación, advertía: «Sin las instalaciones de Gibraltar…la OTAN perdería la capacidad de controlar el Estrecho, ciertas instalaciones de la Base Naval, un cuartel general marítimo subterráneo y una base para la Patrulla Marítima de Largo Alcance y otras operaciones aéreas».

El informe señalaba que Gibraltar proporciona a la OTAN «una posición ideal para la vigilancia y permite elaborar informes periódicos sobre los movimientos navales soviéticos».

Redactado en un momento de tensiones de la Guerra Fría con la Unión Soviética, la importancia estratégica de Gibraltar para la OTAN «probablemente aumentaría en lugar de disminuir en un futuro previsible», añadía.

Los objetivos de la OTAN en el Estrecho de Gibraltar, señalaba el informe, «consisten en mantener abierto el Estrecho para el paso libre e ininterrumpido de las fuerzas navales y la navegación mercante de la Alianza, mantener una estrecha vigilancia de los buques del bloque soviético que utilizan el Estrecho y tener la capacidad de denegar el paso a través del Estrecho al enemigo una vez que comiencen las hostilidades».

Y concluía: «Gibraltar proporciona una ubicación excelente desde la que llevar a cabo operaciones en la consecución de estos objetivos». 

Las otras bases aéreas de la OTAN más cercanas en aquel momento eran Montijo, en Portugal, en la costa atlántica, a 300 millas al noroeste, y Decimommanu, en Cerdeña, en el Mediterráneo, a 700 millas al este.

Había otras bases aéreas estadounidenses en el sur de España «desde las que sin duda se montarían operaciones de la OTAN en guerra, pero», añadía, «podría haber limitaciones políticas para su uso en paz o durante un periodo de tensión.»