Gibraltar: El peñón militarizado de Gran Bretaña tras el Brexit

Mientras continúan las tensas negociaciones sobre el estatus de Gibraltar tras el Brexit, España ha vuelto a exigir que Gran Bretaña retire sus instalaciones militares del territorio. Dado que el gobierno británico no revela por completo cuáles son esos emplazamientos, Declassified fue a averiguarlo.

26 junio 2023
  • El ejército británico se niega a revelar la ubicación de todos sus emplazamientos en Gibraltar a pesar de tener contratadas allí a 952 personas
  • Declassified cuenta once instalaciones militares o de inteligencia en Gibraltar
  • Gibraltar acoge a cuatro militares extranjeros cuya nacionalidad el Ministerio de Defensa de Reino Unido se niega a revelar

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La Línea de la Concepción se parece a cualquier otro pueblo tradicional del sur de España. Sus casas, pintadas en suaves colores pastel, se extienden desde la playa que la bordea. Los lugareños se sientan a tomar un espresso doble en las cafeterías omnipresentes bajo el sol de la tarde. 

Pero ésta es la única ciudad fronteriza de la provincia, y la frontera es con Gran Bretaña. Al lado está Gibraltar, el minúsculo territorio que el Reino Unido controla desde 1704. 

Pasar de Gibraltar a La Línea no es como entrar en un país nuevo. El paso fronterizo es una simple sala y se tarda unos segundos. A la salida, unas máquinas electrónicas escanean el pasaporte; a la vuelta, se lo enseña a un guardia británico. 

Pero esto podrá seguir así durante mucho. La frontera, que ha sido polémica durante toda su existencia, está en el centro de las negociaciones en curso sobre el estatus de Gibraltar después del Brexit. 

Conocida más comúnmente como La Línea, alberga a unas 60.000 personas y aquí les gusta Gibraltar. Hablo con Elena, una mujer de 50 años que nació y creció en la ciudad. «Allí hay más trabajo que en España, y pagan mejor», me dice, y añade que ése es el sentir mayoritario. 

Elena trabaja en territorio británico. «En Gibraltar tienen una normativa legal mejor, lo que significa que allí cumplen los contratos. En La Línea los contratos son más precarios y las condiciones laborales no son tan buenas».

Otra lugareña, Isabel, de 51 años, también ha vivido toda su vida en La Línea. «La verdad es que nunca he tenido problemas con Gibraltar porque significa que hay otro régimen económico distinto que da trabajo a los españoles. Así que creo que Gibraltar está muy bien visto por la gente de aquí y seguirá así en el futuro».

Y añade: «La mayoría de la gente piensa lo mismo, porque muchos de ellos trabajan en Gibraltar, miles de personas que trabajan allí, y su sustento depende de ello. Pagan muy bien a la gente. La gente que conozco que trabaja allí está muy contenta. Pero, por supuesto, siempre hay gente a la que no le gusta. Hay cierto nacionalismo al respecto».

El Brexit

Las cosas podrían complicarse pronto. El acuerdo permanente post-Brexit que ahora rige las relaciones del Reino Unido con la UE no incluye Gibraltar. En su lugar funciona con acuerdos ad hoc mientras continúan las negociaciones. 

Oficialmente, estas conversaciones son entre el Reino Unido y la UE, pero el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, también está implicado. Tendrá que vender cualquier acuerdo a los gibraltareños, pero no será fácil contentar a todos. En el referéndum de 2016, el 96% de los gibraltareños votó a favor de permanecer en la UE.

En Gibraltar, Pablo, de 28 años, trabaja dentro del servicio de transporte de mercancías EastGate, en la zona industrial junto a la base naval del Reino Unido. Lleva ocho años trabajando en Gibraltar, desplazándose desde La Línea, donde nació y creció. 

«Aquí se trabaja bien», comenta. «Si trabajas en La Línea te roban, apenas hay dinero. Aquí hay 18.000 españoles trabajando. Gracias a Dios por Gibraltar porque me da para comer».

Y añade: «Muchos de mis amigos trabajan aquí, es fácil llegar, sólo necesitas el DNI. No hay tensión porque el Reino Unido sea dueño de Gibraltar».

Adrián Dano, de 48 años, es un guía local en Gibraltar que ha vivido en el territorio toda su vida y está intensamente orgulloso de ser británico. «La sensación en este momento es que no ha cambiado mucho porque siempre hemos tenido problemas fronterizos con España durante muchos años», apunta. 

El General Franco, entonces dictador de España, cerró completamente la frontera en 1969, dos años después de un referéndum en Gibraltar en el que el 99% de la población votó a favor de ser británicos. El cierre duró hasta 1985. 

«Durante esos 16 años, todo tenía que ser importante por los envíos, había escasez de todo», dice Dano. «Teníamos que conseguir que nos sellaran el pasaporte en otras partes del mundo para poder ir a España a pasar las vacaciones de verano». Y añade: «Creó animadversión. No queremos volver a eso».

La importancia militar y de inteligencia 

En el extremo sur de esta pequeña punta de la Península Ibérica que conserva Gran Bretaña, las aguas están repletas de buques que entran y salen del Mediterráneo. Petroleros, cargueros y patrulleras de la Royal Navy se disputan el espacio.

Las colas no son una sorpresa. Esta es la única puerta occidental del mar que se extiende hasta Siria, cuatro mil kilómetros al este. A lo lejos, a través de las brillantes aguas azul oscuro, se divisan las montañas de Marruecos.

El Estrecho de Gibraltar es uno de los puntos de estrangulamiento marítimo más estratégicos del mundo, controlado por Gran Bretaña desde que conquistó este territorio a principios del siglo XVIII, mucho antes de que los Estados Unidos de América fueran siquiera un país. 

El punto más meridional de la península, donde me encuentro, recibe el nombre de Punta de Europa, un lugar muy frecuentado por turistas en busca de algunas de las vistas más espectaculares del continente. 

Dando la vuelta desde Marruecos, en la otra dirección está el Peñón de Gibraltar, el famoso promontorio de piedra caliza que se eleva magníficamente hacia el cielo. Enfrente, en un guiño al pasado islámico de la región, está la mezquita de Ibrahim-al-Ibrahim, una de las mayores de Europa. 

Los radomos

Pero justo detrás de la mezquita hay algo que no es para consumo turístico. Allí, en la colina que da al Estrecho, tres enormes pelotas de golf se asoman por encima de los arbustos. 

Sólo se ve la parte superior, pero es suficiente para saber de qué se trata: radomos de vigilancia, el signo revelador de una instalación de inteligencia, en este caso, probablemente de la agencia de espionaje británica GCHQ. Se trata de la estación de señales de Wind Hill, un lugar desde el que los británicos vigilan los barcos que pasan por el estrecho de Gibraltar. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores, que supervisa el GCHQ y el MI6, se niega a decir si hay instalaciones de inteligencia ubicadas en Gibraltar.

«Es política de los sucesivos Gobiernos británicos no hacer comentarios sobre asuntos de inteligencia», declaró recientemente al Parlamento cuando se le preguntó por posibles bases de inteligencia en Gibraltar.

«El Ministerio de Asuntos Exteriores se niega a decir si hay servicios de inteligencia en Gibraltar»

El periodista de investigación Duncan Campbell, que reveló la existencia del GCHQ, afirma que la mayor agencia de inteligencia británica cuenta desde hace tiempo con instalaciones de recopilación en Gibraltar, y que formaban parte de la vigilancia global ECHELON erigida por el Reino Unido y sus aliados durante la Guerra Fría. 

Así lo confirma Privacy International, que afirma que el territorio británico ha desempeñado un «papel [de recopilación] fundamental durante los últimos 60 años» para el GCHQ. En 2003, Sir Francis Richards, entonces director del GCHQ, pasó directamente de la agencia de espionaje a ser nombrado gobernador de Gibraltar. 

Declassified reveló recientemente el papel clave que desempeñó el territorio para las operaciones de espionaje de la OTAN en plena Guerra Fría.

El rechazo del Reino Unido

Gibraltar tiene sólo 2,6 millas cuadradas, menos que el Parque Richmond de Londres, y se puede recorrer su circunferencia en un par de horas. Gran Bretaña lo ha conservado durante más de tres siglos por su situación estratégica y su papel en su sistema militar.

«El valor estratégico de Gibraltar se debe a su posición dominante a la entrada del Mediterráneo», señala un informe militar británico de 1972 que fue secreto. «Está convenientemente situado como base para operaciones marítimas y aéreas tanto en el Atlántico Oriental como en el Mediterráneo Occidental».

El Ministerio de Defensa de Reino Unido (MoD) emplea a 952 personas en Gibraltar, de las cuales 528 son civiles contratados localmente. El resto son militares. La población total de Gibraltar ronda los 33.000 habitantes, lo que significa que el 5% de todos los gibraltareños en edad laboral están empleados por el MoD. 

Los tres servicios del ejército británico están presentes en el territorio. La unidad más numerosa, con 235 militares británicos, es el Royal Gibraltar Regiment, una fuerza de infantería encargada de defender el territorio de amenazas exteriores. También desempeña diversas funciones ceremoniales. 

Unos 28 efectivos están desplegados con la Escuadra de Gibraltar de la Armada, compuesta por dos patrulleras, HMS Cutlass y HMS Dagger, que protegen a los buques británicos y de la coalición en el Estrecho. Otros 16 militares británicos están desplegados en la RAF de Gibraltar, mientras que 145 están destinados en el cuartel general de las Fuerzas Británicas de Gibraltar, junto al aeropuerto. 

Gibraltar es utilizado habitualmente por buques de la Armada y aviones de la RAF que se despliegan temporalmente para realizar entrenamientos. Estas visitas suman hasta 14.000 efectivos al año. 

Un territorio militarizado

Pero aunque ha divulgado sus niveles de personal, el Ministerio de Defensa británico se niega a proporcionar detalles de todos los emplazamientos que posee u opera en Gibraltar. 

Cuando se le pidió información recientemente en el Parlamento, el departamento dio algunos datos sobre los despliegues del ejército, la marina y la RAF, pero también dijo que «no hace comentarios rutinarios sobre el equipo o las capacidades que se mantienen en un lugar específico». 

En realidad, ésta no es una práctica rutinaria -el Ministerio de Defensa publica la ubicación de sus emplazamientos en Gran Bretaña- y levanta sospechas sobre la dimensión de sus operaciones en Gibraltar. 

«el Ministerio de Defensa se niega a facilitar datos sobre todos los emplazamientos que posee o explota en Gibraltar»

Para rellenar las lagunas, Declassified recorrió todo el territorio, incluido el propio Peñón, para cartografiar los distintos emplazamientos militares y de inteligencia. Encontramos 11 emplazamientos diferentes.

La extensión de este territorio militarizado podría aumentar las tensiones con España, que la semana pasada pidió en la ONU «la retirada de las bases e instalaciones militares» que el Reino Unido tiene en Gibraltar. 

Gerard Wood, archivero jefe de los Archivos Nacionales de Gibraltar, declaró a Declassified: «La toma de conciencia de su importancia militar se remonta a 1704, cuando los británicos capturaron Gibraltar con la flota anglo-holandesa. Creo que entonces se dieron cuenta de la importancia de su situación táctica y de su significado». Desde entonces, las fuerzas británicas han utilizado Gibraltar de forma significativa cuando ha sido necesario».

Esto ha incluido importantes misiones en la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como en las Malvinas en 1982, y en la Primera Guerra del Golfo en 1991. 

«Siempre ha habido una presencia aquí, pero obviamente durante la Guerra Fría nos llegaban muchos barcos, tanto ingleses como estadounidenses, y también submarinos», añadió Wood.  «Recuerdo que cuando iba al colegio miraba por la ventana de mi habitación y en el puerto siempre había algún tipo de presencia de la Royal Navy o la US Navy».

“Una zona prohibida”

Si se continúa subiendo desde Punta Europa por el este de la península, se llegará a la carretera Europa Advance. Las aceras son esporádicas a lo largo de la ruta, pero las impresionantes vistas -ahora hacia el este, hacia el mar de Alborán- continúan. A la izquierda se encuentra el principal crematorio del territorio, encaramado peligrosamente sobre un espigón, y a la derecha, un complejo turístico de cuevas. 

Poco después, la carretera desemboca en un túnel que se adentra en el Peñón de Gibraltar. Los coches siguen la carretera que se adentra en el peñón, pero hay otra que sigue recto. Ésta, sin embargo, está custodiada por una imponente valla metálica de 3 metros, rematada con tres capas de alambre de espino. Cámaras de vigilancia vigilan desde ambos extremos. 

«Esta es una zona prohibida por la Ley de Secretos Oficiales», dice en mayúsculas. «Las personas no autorizadas que entren en esta zona podrán ser detenidas y procesadas». Mirando a través de la seguridad, es imposible saber qué se vigila. 

El túnel tiene unos 800 metros de largo. Al salir, pronto aparece Sandy Bay, la playa más pintoresca de Gibraltar, regenerada con 50.000 toneladas de arena del Sáhara Occidental en 2014. 

Ahora también es visible el punto más alto del Peñón. Sobre él se asienta otra serie de radomos en forma de pelota de golf, esta vez con vistas a España. Se trata de la principal instalación de vigilancia de la antigua Batería de Cañones del Peñón, en la cima de la Roca, que oficialmente presta servicio a la RAF de Gibraltar. Es probable que tenga otras funciones de inteligencia. 

Más tarde, doy una vuelta por el Peñón y veo otro emplazamiento con tres radomos, pero no está claro de qué se trata. 

De vuelta a Main Street, la franja central de la ciudad de Gibraltar, se encuentra el emplazamiento de la antigua Batería Couvreporte, establecida en 1761. Las instalaciones se encuentran ahora detrás de una alta valla metálica con las obligatorias tres capas de alambre de espino. 

Esta vez hay más señales. Vuelve a ser una zona prohibida en virtud de la Ley de Secretos Oficiales, pero en el interior también hay una «atmósfera explosiva», dice. Además, se advierte a los transeúntes de que hay cámaras de seguridad y alarmas. En el interior es difícil, una vez más, calibrar lo que está ocurriendo. 

Más adelante, en Main Street, la residencia del Gobernador, llamada Covenant, está vigilada por un soldado del Regimiento Real de Gibraltar. 

El centro

Las dos principales instalaciones militares operativas de Gibraltar son la RAF Gibraltar, una base de la Fuerza Aérea de Reino Unido (RAF), y el Navy Dockyard, el astillero naval. 

La base de la RAF hace las veces de aeropuerto civil y se cruza la pista para entrar en Gibraltar desde el aeropuerto. Las barreras se bajan y los semáforos se ponen en rojo cuando va a aterrizar un avión.

La parte sur de la pista de aterrizaje está reservada a diversos hangares militares, pero no hay aviones estacionados de forma permanente o temporal en la RAF de Gibraltar. 

El aeropuerto es utilizado regularmente por aviones militares del Reino Unido, 117 de los cuales aterrizan en Gibraltar en 2022, con unos 4.000 pasajeros militares. 

Sin embargo, el año pasado, sólo nueve aviones militares no británicos aterrizaron en Gibraltar, ocho de ellos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y uno de Canadá. 

Junto al aeropuerto civil hay otro emplazamiento de la RAF. «MOD Property» (Propiedad del Ministerio de Defensa), reza el cartel. «Esta es una zona prohibida en virtud de la Ley de Secretos Oficiales». Al otro lado de la carretera hay otra propiedad del Ministerio de Defensa británico detrás de unas verjas, esta vez no está señalizada. 

Junto a la RAF de Gibraltar está el Campamento de la Torre del Diablo, sede de las Fuerzas Británicas de Gibraltar y donde se aloja mucho personal. Los carteles sobre la Ley de Secretos Oficiales vuelven a estar por todas partes. Eastern Beach, otra gran atracción turística, se encuentra incongruentemente al lado.  

La parte más importante de Gibraltar para los militares británicos es la base naval, situada justo al lado de la bulliciosa ciudad principal. 

Las dos patrulleras están desplegadas permanentemente allí, pero la base también acoge habitualmente a otros buques de guerra británicos o aliados. En 2022, hubo 79 visitas de buques británicos, lo que equivale a unos 6.000-7.000 efectivos navales. 

Las patrulleras están activas, respondiendo a más de dos embarcaciones al día de media el año pasado. En 2022, respondieron a 780 embarcaciones de gobiernos extranjeros en aguas territoriales británicas alrededor de Gibraltar. De estos incidentes, 209 se clasificaron como incursiones de superficie.

Las tropas extranjeras

El Ministerio de Defensa declaró recientemente que hay cuatro militares extranjeros desplegados actualmente en Gibraltar, pero se negó a revelar de qué países proceden estas tropas.

«Aliados y socios visitan Gibraltar cuando es necesario», declaró el ministro de Defensa de Reino Unido, Jame Heappey. «No proporcionamos detalles específicos sobre los países de los que procede este personal». 

El departamento dice que no hay instalaciones permanentes de la OTAN en Gibraltar, pero añadió: «Los aliados de la OTAN son siempre bienvenidos a solicitar el uso de las instalaciones militares del Reino Unido en Gibraltar para apoyar sus operaciones.» 

Declassified ha revelado que Gibraltar albergaba en secreto una instalación de espionaje financiada por la OTAN dentro del Peñón de Gibraltar y que la Alianza operaba un cuartel general marítimo clandestino en el territorio. Se desconoce si estas instalaciones siguen operativas.

Mientras tanto, la postura de España es que Gibraltar es una reliquia del colonialismo y debe serle devuelta. El papel militar que Gibraltar desempeña para los británicos siempre ha sido especialmente controvertido. 

«Cuando es apropiado hacerlo, el Ministerio de Defensa del Reino Unido comparte alguna información relacionada con operaciones militares con las autoridades españolas», dice el departamento. «Esto está en línea con nuestras prácticas habituales de cooperación con los aliados».